
Toda mi angustia tuvo la forma de un zapato.
de un zapatito roto, opaco, desclavado.
El patio de la escuela... Apenas tercer grado...
Qué largo fue el recreo el más largo el año.
Yo sentía vergüenza de mostrar mi pobreza.
Hubiera preferido tener rotas las piernas
y entero mi calzado. Y allí contra una puerta
recostada mirándome invadía el cansancio
de ver cómo corrían los otros por el patio.
Zapatos con cordones,
zapatos con tirillas, todos zapatos sano
Me sentía en pecado, vencida
y diminuta, mi corazón sangrando...
Si supieran los hombres cuánto a los diez años
puede sufrir un niño por no tener zapatos...
Qué anticipo de angustia.
Todavía perdura doliéndome el pasado.
El patio de la escuela
y aquel recreo largo...
Mi piececito trémulo, miedoso, acurrucado.
Mi infancia entristecida, mi mundo derrumbado.
Un pájaro sin alas tendido al pie de un árbol.
La pobreza no tiene perdón... a los diez años.
Matilde Alba Swann
"PERO POR ALLÍ ALGUIEN DICE
QUE TENER DINERO,,HACE DAÑO"
No hay comentarios:
Publicar un comentario