
Y amaneció otro día,
la lluvia lo acompaña,
le da tonos grises
como aquella mañana.
Y amaneció otro día,
de ventanas empañadas,
opacadas de frío
y por la lluvia mojada.
Y amaneció otro día,
acompañando mi mañana,
solo se siente la lluvia,
esa lluvia tan lenta,
que apura la brisa
que por el balcón penetra.
Y amaneció otro día,
día, que como llega, se aleja,
y que entre lluvia y brisa,
la nostalgia deja.
Recordando aquel día,
y aquellos recuerdos que quedan,
que el amanecer de otro día,
ni la lluvia, que su humedad deja,
borrarán de mi mente,